Bienvenido al Instituto TRACOR de las Artes de la Comunicación
Me complace darte la bienvenida a Tracor y presentarte casi tres décadas de experiencia e innovación acumuladas en la que es, sin duda, pionera en España en la aplicación de las nuevas tecnologías digitales y en la formación dentro de los sectores de la comunicación corporativa, audiovisual, interactiva y multimedia. Desde
1989, Tracor ha marcado
el paso de la educación más moderna y avanzada para los vocacionales de la comunicación, independientemente de la forma y el medio elegidos para trasladar su mensaje.
Miles de alumnos han enriquecido nuestros seleccionados grupos de clases y programas de estudio con su pasión por interpretar las realidades de nuestro tiempo y presentarlas en forma sorprendente a los consumidores y la sociedad en general. Alumnos plenamente integrados en la sociedad de la información y las comunicaciones, encaminados hacia el futuro y sus oportunidades y dispuestos a transformar su entorno a través del diseño de los mensajes y de los diferentes formatos que sirven para conectar las más amplias aspiraciones humanas de conocimiento, entretenimiento y deleite de los sentidos; todo ello a través de la emoción que produce la belleza estética, la armonía o el descubrimiento de ese otro lado de las cosas que tan hábilmente nuestros alumnos consiguen mostrar por múltiples medios una vez graduados.
Y me cabe el orgullo, como fundador y presidente de Tracor, de saber por los hechos el enorme poder transformador que nuestra institución ha demostrado desde 1989. Prácticamente no existe una empresa o proyecto en el sector de la comunicación gráfica, audiovisual o multimedia donde alguno de nuestros alumnos no haya dejado su impronta, en gran parte heredera de la que imprimió Tracor en él durante su periodo de estudio. Desde grandes agencias de publicidad, cadenas de televisión, productoras de audiovisuales, editoriales y periódicos de gran tirada, hasta el más pequeño estudio, los alumnos de Tracor han contribuido a la modernidad en la comunicación no sólo de España sino también de muchos lugares del mundo, origen de un porcentaje muy alto de los alumnos.
Ellos, nuestros alumnos, son y han sido empleados y emprendedores, porque para ambas situaciones les entrenamos. Y es por nuestro compromiso con una enseñanza práctica, nítidamente adaptada a las necesidades más actuales de la profesión, por lo que Tracor ha merecido el reconocimiento general sobre su capacidad sin competencia de situar a sus graduados en las mejores posiciones profesionales. Ya sea si son alumnos que se incorporaron a uno de nuestros programas sin experiencia profesional -con los que nos hemos comprometido con su primer empleo-, ya sea con experiencia previa -que han visto cómo al finalizar sus estudios en Tracor han mejorado por sí solos o con nuestra ayuda su posición profesional-, Tracor siempre estará prioritariamente comprometida con el empleo y con la más legítima aspiración de mejora personal y profesional de cada uno de sus graduados. Pero también nuestros alumnos son emprendedores y hemos visto durante estos años nacer un buen número de proyectos empresariales, en muchos casos fraguados en el seno del curso y de las aulas, basados en los mismos proyectos que, dentro del programa, los alumnos tienen que desarrollar en equipo y que, una vez terminado el curso, han querido mantener para iniciar juntos una nueva aventura de ambición y libertad creando su propia empresa.
Hablar, pensar y recordar sobre nuestros alumnos es lo que más nos gusta en Tracor, no sólo porque toda nuestra acción se orienta a ellos, como es natural, sino porque estamos orgullosos de ellos durante el curso y después como profesionales en pleno ejercicio. Educar es un ejercicio apasionante, pero ver los resultados de la educación es, además de gratificante, algo mágico; así lo sigo viendo después de treinta y cinco años como educador e investigador sobre las múltiples formas de educar y transmitir conocimientos, no sólo para que el alumno sepa, sino para que sepa hacer, para que su saber hacer le convierta en ser, respetado y seguro de sí mismo, en una sociedad cada día más competitiva y compleja. Deseo, por tanto, referirme a nuestra visión de la educación, del profesional de la comunicación, y de la conexión de ambas con el mundo.
La educación, aquélla que se refiere a la formación para el ejercicio de una profesión, sólo es útil si es duradera, si no está basada en una habilidad circunstancial o potencialmente caduca por la moda o la evolución tecnológica. Es por eso que en Tracor estamos especialmente interesados en que el alumno adquiera conocimientos, consiga conceptos y habilidades esenciales que puedan evolucionar a través de la práctica y la experiencia. Nos interesa que los alumnos aprendan de la experiencia y construyan conocimiento a través de ella, es decir estamos más interesados en hacer que el alumno aprenda que en enseñar. Aún más, lo que realmente buscamos es que el alumno adquiera la habilidad de aprender a aprender. Que pueda canalizar mediante esa habilidad su propia transformación en forma permanente y de esta manera garantizar su adaptación a los diferentes entornos y realidades que encontrará a lo largo de su vida profesional. Nos interesa la tecnología pero no como un fin en sí mismo, sino como herramienta que libera y potencia la mente, eleva la productividad y permite alcanzar más en menos tiempo. Creemos que cuando el aprendizaje de la tecnología se convierte en un fin, además de maquinizar al hombre, lo sitúa en caducidad como profesional y en permanente obsolescencia.
La formación no puede estar disociada de la realidad, de la actualidad de las prácticas profesionales, por tanto, creemos que debe de ser útil y lo es porque es práctica y se transmite en forma práctica por profesores que no viven en la “torre de marfil” académica, tan desgraciadamente habitual en el mundo universitario, sino que simultáneamente con su vocación –docente o de investigación- y actividad como profesores se mantienen en el ejercicio de la profesión en forma exitosa y competitiva. Esta característica de los profesores de Tracor marca una diferencia sustancial, palpable desde el primer día en el aula.
Hoy en día, nada verdaderamente importante se puede hacer solo. Trabajar en la diversidad, aprender de ella, aceptar las ideas y opiniones de los otros o saber discutirlas constructivamente, así como adaptarse dentro de un equipo para multiplicar las propias fuerzas es una habilidad indispensable para triunfar, y una condición para evitar el fracaso. El individualismo, a veces interesante en el ámbito de las artes puras, se convierte en un auténtico impedimento cuando se trata de las artes y las ciencias aplicadas. Por eso creemos firmemente en el trabajo en equipo, lo fomentamos en todos nuestros cursos y es un medio básico en nuestro modelo pedagógico.
En Tracor buscamos un perfil específico en nuestros alumnos como consecuencia de la propia personalidad de la institución, de sus valores, cultura y de su modelo educativo y pedagógico. Nos interesa contar con personas integradas en la actual sociedad de la información, abiertos a los cambios y flexibles para convivir con los retos de una sociedad más mundializada. Personas de mente abierta y tolerante, que disfrutan con la diversidad de personas y culturas. Buscamos alumnos ambiciosos que se autoexigen mejora constante, con un elevado sentido crítico y comprometidos con los problemas de la sociedad de nuestro tiempo. Nuestros alumnos deben ser cultos, no sólo interesados por la mecánica del ejercicio de su profesión, sino abiertos a múltiples disciplinas y conocimientos; sólo de esta manera podrán ejercer responsablemente como comunicadores. La humildad para aprender constantemente de otros y la empatía son cualidades básicas para el progreso colectivo y el desarrollo personal, esenciales en las aspiraciones conjuntas de alumnos y escuela. Personas contra los tópicos e iconoclastas, resistentes a las modas –aunque contribuyan a crearlas- y a la manipulación –porque la reconocen-, amantes de la verdad, la honestidad y la libertad.
Nuestros alumnos son curiosos y observadores, exploradores permanentes de la cara oculta de las cosas, amantes de los conceptos y apasionados por la belleza, la estética y la armonía. Pero también son transgresores y rupturitas, con un talante de reto a lo establecido y de experimentación del futuro. Ese futuro que Profesores, Escuela y Alumnos están construyendo con la finalidad más importante de cualquier tarea humana: conseguir un mundo mejor.
Si has llegado hasta aquí en esta carta es porque probablemente nuestra propuesta educativa conecta con tus aspiraciones. Estamos deseosos de contar con alumnos como tú.
Permíteme animarte para conocernos mejor y presentarte personalmente la realidad distintiva de Tracor. Y recuerda que cualquier idea que tengas, cualquier cosa que sepas, cualquier valor que poseas, nada son si no sabes comunicarlo.
Recibe mi más cordial y afectuoso saludo.
José Antonio Puente
Presidente del Instituto TRACOR de las Artes de la Comunicación.